Una nueva publicación analiza los avances en el proceso de transferencias de la justicia penal a la Ciudad

Por el 12 de agosto de 2020

La Editorial Jusbaires presentó el cuarto volumen del análisis sobre la transferencia de la justicia penal ordinaria a la Ciudad de Buenos Aires

Con la presencia de más de 115 participantes, a través de la red virtual, se realizó el martes 11 desde las 16 la presentación del cuarto volumen de esta seriada que llevó adelante la Editorial Jusbaires, junto al titular del Consejo de la Magistratura local, Alberto Maques.

Las exposiciones virtuales tuvieron como protagonistas al expresidente y al actual titular de la Comisión de Transferencia del Poder Judicial de la Nación y del Ministerio Público de la Nación a la Ciudad de Buenos Aires, Darío Reynoso y Gonzalo Rua.

El titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario n.° 24, comenzó destacando la tarea de su colega juez del fuero Penal, de quien dijo que «ya en este poco tiempo que lleva a cargo de la comisión y como consejero ha demostrado que le va a dar un empuje y una dinámica muy especial a esta comisión».

En lo que refiere al proceso de transferencias, señaló que «no se puede dejar de analizar esta obra sino es a través del contexto que nos brinda todo el proceso de transferencia (…) obviamente la Constitución de 1994; y si pensamos en 1994, año a año vamos sumando un año más y nos permite ver que hace 26 años que estamos por concretar o que tenemos el deber de concretar esta transferencia a partir de la autonomía que fue otorgada por el artículo 129 de la Constitución».

El magistrado reconoció que «se han encontrado múltiples dificultades en este proceso, algunas legales, otras jurisprudenciales». «Y si vamos a pensar en los impedimentos legales o las trabas legales que tuvimos, no podemos dejar de referirnos a la Ley Cafiero y su artículo octavo», especificó.

Luego formuló un raconto de los fallos jurisprudenciales y al respecto diferenció, lo que dio en llamar «dos grandes momentos», en lo que fue una cita a los planteos que formula la consejera y docente universitaria, Ana Salvatelli. «Desde el año 2000 al 2015, donde ella califica como una etapa refractaría de la jurisprudencia de la Corte, en donde se fueron dictando una cantidad de fallos donde se restringió o se desconoció de alguna manera las facultades jurisdiccionales de la Ciudad». Sin embargo, agregó que «en diciembre del 2015, se abrió todo un nuevo panorama con respecto a esta jurisprudencia y reconoció el carácter meramente transitorio de la justicia nacional». En medio de ello, recordó que «tuvimos algunos convenios firmados entre la jurisdicción local y nación».

Coincidió Reynoso con el actual presidente del organismo, acerca de una mirada esperanzada en el proyecto de ley de la Reforma Judicial, recientemente enviado al Congreso, y agregó que «en todo ese capitulo 3 se retoma la transferencia, ya no de competencias solamente, sino de jurisdicción, concretamente de la jurisdicción penal ordinaria a la Ciudad». «Ojalá podamos encontrarnos en poco tiempo diciendo: ‘este proceso tan largo y arduo ha terminado, y la justicia de la ciudad está compuesta por todos los fueros que tienen que estar'», concluyó.

Posteriormente, hizo uso de la palabra el actual presidente de la Comisión, hoy consejero y titular del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas n.° 6, Gonzalo Rua,

Tras formular un reconocimiento a la tarea de su colega por los años que le tocó presidir la Comisión, puntualizó que «presentar un libro siempre tiene tres grandes características: en primer lugar, un libro tiene una finalidad, se piensa y se crea con una finalidad; en segundo lugar, para lograr esa finalidad tiene herramientas, las busca, se nutre de herramientas necesarias para lograr cumplirlas; y en tercer lugar, quién realiza un libro y lo edita tiene en cuenta el escenario donde ese pensamiento se va a montar». «Estas tres particularidades de un libro: finalidad, herramientas y escenario, a veces se hacen en forma tácita, si se quiere casi sin saberlo. Pero siempre están estos elementos, otras veces se hace de una manera diáfana; con una claridad y un norte muy claro», completó.

Profundizó luego, señalando que «la presentación de este Tomo IV tiene un norte muy claro, tiene una finalidad clara, tiene herramientas claras y un escenario muy bien montado y sabe hablar a ese público». «Yo creo que la presentación de este libro no tiene otra finalidad que fortalecer el litigio adversarial. Y quiero que quede claro este concepto, porque no estamos hablando de que es un libro que está pensado para cualquier justicia. Tiene muy claro los postulados constitucionales que surgen de nuestra Constitución de la Ciudad y apunta a dar un insumo para lograr esa finalidad», agregó.

Añadió que «nunca se pensó en replicar la justicia nacional». Y aclaró que «aunque parezca una obviedad, aunque a veces no lo pensemos ni nos demos cuenta, porque frente al sistema de justicia de claro cuño inquisitivo, se lo denomina mixto, sistema mixto en la justicia nacional donde el juez investiga; la ciudad dijo ‘no queremos ese tipo de justicia, queremos una justicia autónoma'». «Y yo recuerdo cuando concursé para la justicia de la Ciudad, uno de los puntos que me llamaba la atención y que me motivaba a tratar de pertenecer a esta justicia, era que ‘acá se construye una justicia distinta, acá se construye la justicia que mira al ciudadano‘», narró. Subrayó entonces que «ese conocimiento que hoy nos aporta el libro, no es un conocimiento que sea para cualquier sistema de justicia, es un conocimiento que piensa en el litigio desde un modo adversarial».

En su análisis de la obra, destacó también que «trata de tender un puente entre la dogmática y el proceso penal, entre la  dogmática y la Ciudad de Buenos Aires para poder comprender que la dogmática entonces, y este análisis de los tipos penales, cuenta para la solución de los conflictos, para la aplicación de una pena penal y de esa manera, construir una justicia más republicana».

A modo de conclusión, Rua resaltó que «la autonomía no se negocia, más temprano que tarde vamos a dar los pasos necesarios para finalmente tener la justicia que todos los porteños se merecen». Recordó que el viernes, había hablado en la Legislatura sobre los proyectos que hay sobre juicios por jurados, y contó que no se imaginaba una justicia en la Ciudad, que no tenga juicio por jurados. «Y no me lo imagino -dijo-, porque la ciudad siempre se mostró como pionera en reforma, pionera en instituciones abiertas y republicanas. Así como no me imagino una justicia de la Ciudad sin jurados, tampoco me imagino una justicia de la Ciudad que todavía esté con las transferencias a medio andar», completó.

También fueron parte de la jornada, la consejera por el estamento legislativo, Ana Salvatelli; el titular de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas, Sergio Delgado; y su colega camarista, Jorge Franza. A su vez, desde el extranjero participó como expositora la expresidenta de la Cámara de Apelaciones, Silvina Manes; y por último, las exconsejeras Vanesa Ferrazzuolo y Alejandra García, también fueron parte del encuentro.

El texto completo se encuentra disponible en: http://editorial.jusbaires.gob.ar/libros/295