Delgado analizó la ejecución de la pena en la ciudad de Buenos Aires
Fue en el marco del segundo ciclo de charlas sobre transferencia de competencias y proceso penal
El juez de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Penal Juvenil, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires, Sergio Delgado, fue parte de la charla como capacitador que abordó el tema: «La ejecución de la pena en la Ciudad de Buenos Aires. Experiencias y Proyección», este jueves 22 de abril desde las 15:30, en el segundo encuentro del ciclo 2021 sobre «Transferencia de Competencias y Proceso Penal», que se desarrolló con la presencia de mas de 200 asistentes de manera virtual.
«Quiero empezar recordando a quien fue el factótum en realidad de esta comisión de trabajo que se había armado en el año 2007, que fue la que originó este documento que aprobó el Consejo de la Magistratura con principios y líneas de acción necesarias para el diseño de una política penitenciaria para la ciudad de BuenosAires que fue el Dr. Gustavo Letner. Quiero recordar su preocupación también por causas difíciles como el juicio por jurados en la Argentina, 170 años postergado, antes de eso los temas de ejecución penal (una asignatura pendiente) son temas particularmente interesantes. Y todo lo que él trabajaba académicamente y las actividades que hacia eran de particular interés», rememoró el camarista al comenzar su intervención.
Luego, retomó el documento de trabajo que se hizo en 2009, y explicó que «de alguna manera nos diagnostica si hicimos bien o mal las cosas y bueno las cosas están como están ¿no?». Precisó datos sobre la situación actual y relató que «tenemos en la Capital Federal alojados en alcaidías 257 detenidos, la capacidad es de 211 personas. Igual -dijo- esta superada en mas de un 20% la capacidad de alojamiento en alcaidías. En las comisarías vecinales hay 390 personas alojadas en las comisarías, en realidad no había ninguna capacidad de alojamiento porque se habían clausurado todos los sectores destinados a alojamiento y hubo que rehabilitarlos de apuro a partir de la crisis desatada por la pandemia, que el gobierno nacional enfrentó cerrando el ingreso a los penales, lo que -tal vez- fue una decisión muy sabia, porque evitó que se contagiara la población que ya estaba recluida y no hemos padecido lo que padecieron otros países en donde hubo muchísimos infectados adentro de las prisiones». «Pero claro, no dejó de haber un funcionamiento complicado del sistema penal y esto repercutió en este funcionamiento anómalo dentro de la ciudad de Buenos Aires», añadió.
El magistrado sostuvo que este documento se hizo partiendo de la base de que «un sistema penintenciario que facilite la efectiva reinserción de una persona privada de su libertad va a lograr reducir la reincidencia, que si hay algo que esta estudiado en todo el mundo es que la reincidencia de las personas que están en la cárcel es alta». Agregó que «algo funciona mal si el sistema no hace mas que reproducir la detención».»También esta estudiado qué hay que hacer para reducir la reincidencia, ya entre nosotros publicado en el año 1976, Hilde Kaufmann realizó un estudio que se llamaba Terapia social y ejecución penal donde planteaba cómo, con una estadística alemana, que quienes habían participado de lo que se denomina terapia social: trabajo y estudio, capacitación laboral dentro de la cárcel eran personas que tenían menor tasa de reincidencia y mayor probabilidad de correcta reinserción social al egreso», subrayó.
El documento también denunciaba, según relató que «lo que tenemos que hacer es trabajar para civilizar la cárcel porque la cárcel actual (esto dicho en 2009) ‘desocializa al detenido y enajena al personal que en ella trabaja, es una institución reproductora de violencia y degradación tanto de los derechos de las personas privadas de su libertad como de los trabajadores de la agencia penintenciaria'». Al referirse a la Ciudad, sostuvo que «es necesaria una Ley de ejecución de la pena que regule un régimen progresivo, que respete los estándares internacionales y que nos evite tener un sistema que no sirve».
Finalmente, Delgado al responder una pregunta sobre la justicia restaurativa, concluyó que «son fundamentales en la etapa de ejecución. Es curioso, no, porque aunque parezca mentira la suspensión de los juicios a prueba ha permitido indemnizar a más víctimas de hechos criminales». «Pensar en la justicia restaurativa tiene que ver con pensar en la autoridad dirimente de la víctima para condonar las sanciones, para acordar la aceptación de una disculpa, la aceptación de cualquier solución, que a veces son muy demandadas», sentenció.
La organización del ciclo de encuentros sobre Transferencia de Competencias y Proceso Penal corre por cuenta de la Comisión de Transferencia del Poder Judicial de la Nación y del Ministerio Público de la Nación a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del Consejo de la Magistratura local, conjuntamente con el Centro de Formación Judicial del Tribunal Superior de Justicia porteño.
La actividad se desarrolló en forma gratuita y se pudo seguir a través del Canal del CFJ en YouTube, previa inscripción a través de la página cfj.gov.ar.-