Por primera vez un espacio narco es reconvertido en un centro de atención comunitaria
Desmantelaron el lugar, condenaron a quienes comercializaban y armaron un merendero y espacio de rehabilitación y contención
A partir de una investigación llevada adelante por la fiscalía especializada en estupefacientes, a cargo de Cecilia Amil Martín junto con la Policía de la Ciudad, se logró desbaratar a este punto de venta y condenar a quienes tenían drogas para vender en el barrio, puntualmente paco y cocaína.
Fue así que el Juzgado a cargo de la Dra. Natalia Molina, decidió hacer lugar al pedido del padre Toto y dispuso otorgar el inmueble cediendo un permiso de uso gratuito y solicitó al Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) el reacondicionamiento del inmueble con nueva cartelería y equipamiento.
La jueza diagramó un plan de trabajo con todas las partes y realizo innumerables mesas de diálogo para llegar a la entrega del bien a la sociedad. El equipo de Toto y los Hogares de Cristo inmediatamente pusieron a funcionar en el lugar un centro de atención para trabajar con niños y niñas del barrio, pero también para trabajar con personas en situación de consumo, en su rehabilitación, en su reincorporación virtuosa a la sociedad, y en la prevención de este flagelo que es el consumo de sustancias.
Para la Dra. Molina: “Este es el resultado de un trabajo conjunto entre el juzgado, la fiscalía, el IVC y el gobierno de la ciudad. Luego de casi dos años de trabajo pudimos entregar el inmueble al padre Toto. Este es un lugar muy emblemático del barrio, para mi es un orgullo haber contribuído en el mejoramiento edilicio, en la adaptación necesaria para recibir niños y haber podido, finalmente, devolvérselo a la sociedad. Pero este debe ser solo el punto de partida de una política que apunte a recuperar espacios para la sociedad”.