La importancia de resignificar los derechos de las niñas
La mirada de género sobre la Convención de los Derechos del Niño fue el eje de análisis de un panel encabezado por la jueza Claudia Alvaro, en el marco del Pre-Congreso Internacional sobre derechos del niño en el siglo XXI celebrado en la Facultad de Derecho de la UBA. “El trabajo sobre violencia de género apunta a la mujer pero no a la niña”, afirmó la magistrada.
La jueza porteña Claudia Alvaro, presidió el panel denominado “Una mirada de género sobre la Convención de los Derechos del Niño”, en el marco del Pre-Congreso Internacional “Una lectura de la convención de los derechos del niño en el siglo XXI”, que fue llevado a cabo el 20 de agosto, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. En sus palabras de apertura, la magistrada destacó la necesidad de una mirada de género sobre los menores y especial atención en materia de violencia doméstica que tienen a las niñas como víctimas
“El tema de la violencia de género en nuestro país está cada vez más considerado y casi instalado. Esos temas apuntan a la mujer pero no a la niña, y la idea es ver qué pasa con esa niña. Todos podemos coincidir en que la Convención de los Derechos del Niño instaló el concepto que son sujetos de derechos y a veces se ven enfrentados con ciertas discriminaciones a través de su personalidad jurídica. Tal vez quienes sientan más estas discriminaciones sean las niñas por su fragilidad y la invisibilidad, y es por eso hay que volver a resignificarla”, afirmó la titular del juzgado N°16 del Fuero Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires.
Al finalizar con sus palabras de bienvenida, la jueza Alvaro hizo un paralelismo de la realidad con una historia escrita por otra integrante del panel, destacando el cuestionamiento de una niña a su madre, acerca de la existencia de sus propios derechos, tras la costumbre habitual de percibir que los libros se refieren a los niños en términos generalmente masculinos. Con este cierre reafirmó que es necesario “profundizar conceptos” y que “esa mirada de géneros es la que hay que trabajar para cambiar”.
En el mismo panel, hizo su participación María Victoria Famá, Especialista en Derecho de Familia, quien resaltó que desde la situación de pobreza, las mujeres son más vulnerables a todo tipo de acciones que violenten su integridad. Destacó la existencia de un Circuito de Pobreza, que a futuro es el que conlleva a la discriminación por condición, e impide a las mujeres desarrollarse socialmente, ya que bajo esta realidad terminan atravesando situaciones de violencia de género. Famá, puntualizó sobre la transmisión intergeneracional de la pobreza, trasladándola al valor de la perspectiva de género y argumentando que la misma, “hoy en día tiene un valor distinto dependiendo de las clases sociales”, y que por ello es necesario trabajar para “reconstruir el lugar de la mujer”.
A su turno, la abogada constitucionalista María Sofía Sagües, destacó que “los niños aparecen como protagonistas de los derechos a partir del año 1994”, y que es necesaria una “operativización de las normativas de sus derechos”. Por otra parte, manifestó la implicancia de reconocimientos normativos vinculados a los derechos de niños y niñas, y destacó que son obligaciones de los estados tomar cartas en el asunto de los mismos, siendo los jueces quienes deben “adoptar un rol activo respecto de los diferentes derechos de los niños”.
La última presentación, estuvo a cargo de la Psicóloga Social, Ana María Fernández, quien argumentó que cuando se habla de “un niño” se realiza una construcción conceptual sobre un sujeto de clase media urbana. Afirmó que precisamente ese punto de partida establece una diferencia que retacea no sólo socialmente, sino desde el punto de vista del género, debido a que excluye casi de manera inmediata al hablar solo en el término de niños. Con esta reflexión, determinó que todo aquello que no esté dentro de los marcos de esa concepción, se convierte inevitablemente en una minoría que pasa a ser la discriminada.
El Panel de oradoras, estuvo bajo la coordinación de la fiscal Genoveva Inés Cardinali, que se encuentra a cargo del Equipo Especializado de Violencia de Género de Unidad Fiscal “Este” en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires. Como conclusión final, afirmó que “la perspectiva de género en decisiones judiciales es una obligación para todas las decisiones”.