Franza analizó la contaminación del Río Puyango-Tumbes en un encuentro internacional
El camarista participó de un segundo conversatorio virtual académico internacional que analizó el conflicto ambiental entre Ecuador y Perú
El presidente de la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Penal Juvenil, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Franza, expuso este sábado 31 en el Conversatorio Internacional que analizó la contaminación transfronteriza del Río Puyango (Ecuador) – Tumbes (Perú), organizado por la Universidad Nacional de Piura (Perú). Con una convocatoria de mas de 50 asistentes de distintos países, la jornada reunió especialistas de Argentina, Ecuador, México y Perú, quienes formularon recomendaciones bajo el título «Carta de Piura», que serán entregadas a los autoridades de ambas naciones en disputa.
En el inicio de su ponencia, el magistrado destacó que «la cuenca hidrográfica es un tema que ya ha sido tratado en el Derecho Internacional, en la constitución planetaria que es la Cumbre de Río 1992«. Allí, recordó que «el principio 7 nos habla de que los Estados deben cooperar con espíritu de solidaridad en el mundo en el que vivimos y deben cooperar para que la tierra no se degrade». Advirtió además que «en este caso la Cancillería tendría que monitorear lo que pasa en la zona con el área económica exclusiva peruana, porque la Convención de Ginebra puede realmente imputar a Perú por contaminación y esto es norma internacional», puntualizó.
Reflexionó también sobre el derecho humano al agua, y subrayó que «el agua potable es un derecho humano y acá la actividad minera se apropió de todos los usos del agua que tienen que estar en las cuencas hídricas». «En el agua, el primer uso es el doméstico, el segundo es el agropecuario; y acá hay un problema de trazabilidad, todos los agricultores peruanos perdieron exportaciones por estar regando con agua contaminada. Ese es un daño que hay que cuantificar», remarcó para luego especificar que «es necesario interpretar los datos y hay que determinar la magnitud del pasivo ambiental que ha generado».
El juez sostuvo que «para solucionar el conflicto es importante no solo la marcha sino la participación jurídica, que es la legitimación procesal para la tutela del ambiente a través de una ONG representativa de todas las fuerzas vivas de la zona del Tumbes y de la zona del oro de Ecuador». Señaló luego que «el tratado binacional del Puyango de Tumbes de 1971 no sirve, no tiene una ecuación ambiental». «Por eso -dijo- es tan importante para Perú que ratificó Escazú, ya que estaría posicionado para ir a la Corte Internacional de la Haya», especificó.
Finalmente, recomendó como estrategia que «tendría que crearse un nuevo convenio que debería acreditarse para poder cancelar el pasivo ambiental». «Crear un fondo de compensación ambiental, tendría que instituirse un Tribunal de Agua que fije las prioridades de uso de toda la cuenca binacional y que sancione al que no la cumpla, es decir una autoridad local e inmediata», concluyó Franza.-