Segón coordinó un nuevo simulacro de audiencia oral
En un nuevo encuentro del programa «La Justicia y la Escuela», el juez contencioso Marcelo Segón estuvo al frente de un simulacro de audiencia, que desarrolla un juego de roles donde alumnas y alumnos interpretan las distintas partes de un proceso judicial
En el marco del programa “La Justicia y la Escuela”, el pasado 28 de septiembre, el juez Marcelo Segón -titular del juzgado n.° 17 en lo Contencioso Administrativo y Tributario- llevó adelante un nuevo simulacro de audiencia judicial con alumnos y alumnas del Programa de Educación Secundaria para Adultos del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires. Tuvo lugar en la Sala de Audiencias ubicada en la sede judicial de Tacuarí 124.
Los alumnos interpretaron los distintos roles que intervienen en un juicio real, bajo la atenta mirada del magistrado y analizaron un caso testigo del fuero Contencioso, el de la demanda promovida por vecinos del barrio de Recoleta contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a fin de frenar la construcción de la estación Plaza Francia del subte H en la plaza Intendente Alvear, diseñada por el paisajista Carlos Thays.
En primer lugar, el magistrado dio la bienvenida a los presentes y, haciendo referencia al caso a tratar, expresó: «Es apasionante que puedan venir los vecinos reclamando para la protección de una plaza que es un bien público, ya que durante muchísimos años nadie podía reclamar por lo público, porque al no ser el dueño directo, la Justicia no se lo reconocía». Luego, explicó que «en el año 1996 se reconoció que cualquier habitante de la Ciudad puede defender los derechos que nos pertenecen a todos».
A continuación, distinguió las obligaciones y los deberes de cada Poder del Estado y resaltó que «el juez es el que se encarga del vecino, de lo que le pasa en su vida, en especial el juez Contencioso Administrativo, cuya tarea es defender las garantías de cada habitante de la Ciudad de Buenos Aires».
Luego de oídas las partes, Segón ahondó sobre la importancia de que la oralidad propia de la audiencia «vaya progresando» y que «de a poco se vayan acabando los papeles y se empiecen a dirimir las cuestiones judiciales a través de la oralidad».
«A través de estos enjuiciamientos orales, uno tiene pleno conocimiento que el juez escuchó a las partes. Me parece importante esa función del juez porque no es lo mismo trabajar con los papeles, porque detrás de los papeles hay historias y sufrimientos, y es necesario que el juez lo perciba para ponerse en la piel del otro», finalizó.
La actividad fue organizada por el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, a través del Programa “La Justicia y la Escuela”, que encabeza la Licenciada Alicia Caruso.-