Pablo Casas presentó historias de innovación de la gestión judicial centrada en las personas
El titular del juzgado 10 en lo Penal, Contravencional y de Faltas habló en la presentación virtual del informe «Justicia abierta en tiempos de COVID-19» y compartió casos de jóvenes emprendedores en materia de datos abiertos, lenguaje claro, perspectiva de género, y la creación de nuevas herramientas tecnológicas para canalizar conflictos y efectivizar derechos humanos.
El 14 de septiembre, el titular del juzgado 10 en lo Penal, Contravencional y de Faltas, Pablo Casas, habló en la presentación virtual del informe «Justicia abierta en tiempos de COVID-19: un modelo para armar en base a las experiencias del Juzgado Penal, Contravencional y Faltas n°. 10 de la Ciudad de Buenos Aires».
El evento online, organizado por el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, la Oficina del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Argentina y el Programa «Cuestiones de Estado» de la Facultad de Derecho de la UBA se transmitió por Zoom y el Facebook de la Facultad de Derecho UBA.
En el transcurso de su exposición, Casas se refirió a distintas historias de personas que «son parte de la innovación de la gestión judicial centrada en las personas, motivadas por la convicción democrática de la necesidad de fortalecimiento del desempeño de la organización judicial como lugar de canalización conflictos, disminución de la violencia y efectivización de derechos humanos«.
Entre ellas, mencionó el caso de Gilda, una mujer de 31 años que reside en un barrio vulnerable del Sur de la Ciudad, madre de tres niñas y dos niños, quien sufrió violencia de género por parte del padre de uno de sus hijos. «Hoy, Gilda, luego de pasar un tiempo en un refugio, pudo volver a su casa con sus hijas e hijos, el agresor fue condenado por los delitos de lesiones y amenazas, cometido en un contexto de violencia de género, bajo la modalidad de violencia doméstica, de tipo psicológica, simbólica, física, económica. El juicio oral y público que se hizo en este Juzgado, con participación virtual de público y la sentencia está accesible, con datos personales anonimizados, en nuestra base de datos, a la que pueden acceder desde nuestra cuenta en la red social», narró el juez.
Además, recordó el caso de Nicolás, «treintañero, músico y representante de la Cooperativa de Trabajo en Tecnología ‘Cambá’, quien junto a Ele y Lucía de la cooperativa de trabajo de tecnología conformada por personas trans ‘Alt’ y con el apoyo de Fabrizio y Silvana de la Iniciativa Latinoamericana de Datos Abiertos y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desarrollaron una herramienta de inteligencia artificial que resuelve la tensión entre la garantía de acceso público a la información y la protección de las libertades fundamentales como son los datos personales«. “La técnica que utilizan se llama de procesamiento de lenguaje natural, que está muy de moda y con mucho avance en el idioma inglés. Nosotros ya la estamos utilizando dentro de los servidores del Consejo de la Magistratura”, explicó. Y agregó que «se trata de una experiencia que hizo realidad la demanda de iniciativas ‘múltiple stakeholders’ y que además redujo tiempos de esfuerzos humanos. Nos encontramos todos: la sociedad civil, la academia, el sector privado, el Estado y el gobierno trabajando juntos en una solución que generó una herramienta de tecnología de avanzada”.
Por otra parte, mencionó la historia de las abogadas integrantes de su juzgado «Yas y Caro», quienes también son Analistas de Datos o Data Analytics y quienes, en «sus roles de arquitecta y maestra de obra, junto a Gonzalo, Ale, Toti, Lu, y Mica y Ro (miembros del juzgado 10) fueron las que hicieron el trabajo que hizo posible disponibilizar nuestra base de datos estructurados y abiertos».
Casas también se refirió a «Anto», a quien presentó como «uno de los motores principales de todo lo que sucede en nuestro juzgado»: «Es la que organiza las ideas, la planificación, la gestión y la documentación de los procesos, por ejemplo, para que hoy hayamos podido compartir las guías de procedimientos, lenguaje claro y atención de casos de violencia de género», ahondó.
Entre las otras historias compartidas, el magistrado también nombró al programador Sergio, de 38 años, a quien conoció en una «Hackaton» y quien desarrolló, en código abierto, una herramienta web de visualización de datos abiertos; y a Valentina, de 20 años, quien «está estudiando ingeniería en sistemas y participa de InfoLab de Mar del Plata, desde donde junto a Bruno y Ana, usó la misma base de datos abiertos del juzgado y diseñó un modelo de aprendizaje automatizado -machine learning- que predice los tipos de violencia de género según las definiciones de la ley a partir de la transcripción de los dichos de la víctima».
Por otro lado, el juez trajo a colación la premiada Iniciativa SpotLight, desarrollada por ONU Mujeres y la Unión Europea, la cual trabaja para la eliminación de la violencia de género y la cual financió el trabajo de la ONG local «Data Género» para investigar y documentar la experiencia de la base de datos con perspectiva de género.
«Esas realidades modificadas, sin dudas expresan, al menos, esperanza en alcanzar los objetivos generales y particulares del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 de la agenda 2030 de Naciones Unidas, donde gracias a Nora, Alvaro, Maria del Carmen, Carlos, Tomás y Fran hoy quedan documentados con la presentación de este trabajo», concluyó.
Además de Casas, el encuentro contó con las participaciones de Nora Luzi -integrante de la Oficina del PNUD-, María del Carmen Battaini -miembro de la Junta Federal de Cortes-, Francisco Quintana -integrante del Foro Federal de Consejos de la Magistratura y Jurados de Enjuiciamiento (FOFECMA)-, y Alvaro Herrero del Consejo de la Magistratura de CABA, así como la moderación Carlos Mas Velez, coordinador del Programa «Cuestiones de Estado».