Juicio por jurados: avanza su tratamiento en comisión en la Legislatura porteña
El consejero y juez Penal, Contravencional y de Faltas, Gonzalo Rua, fue uno de los expositores invitados por los integrantes de la comisión parlamentaria de Justicia
La comisión de Justicia de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires que preside el diputado porteño, Martín Ocampo, realizó el viernes 7 de agosto su plenario en forma virtual, en el marco de las consultas para avanzar en la promulgación de una ley que ponga en funcionamiento el juicio por jurados en el distrito. Según narró el exfiscal general en la apertura, la convocatoria se hizo por sugerencia de su compañero de bancada, Leandro Halperín, a quien cedió la coordinación en el uso de la palabra durante el diálogo.
El encuentro que se transmitió en directo por el canal de YouTube del parlamento local, tuvo entre sus protagonistas al titular del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas n.° 6, quien tras agradecer la invitación a los integrantes del cuerpo, destacó que «la justicia necesita de otro tipo de legistimidad, un impulso de la ciudadanía para construir legitimidad«, refiriéndose al avance en torno al tratamiento legislativo del juicio por jurados.
El juez señaló que «uno tiene que salir de lo clásico, que es mencionar que la Constitución lo ha expresado de manera clara y han pasado más de 150 años y todavía tenemos esa manda pendiente». «Prefiero salir de ese lugar, porque me parece que es una obviedad, que todos nosotros sabemos que estamos en falta, de hecho, por eso tenemos proyectos para discutir y para ver cuál es la mejor manera de construir esa legitimidad que proporciona el juicio por jurados», completó.
Luego, reconoció que «muchas veces hubo una cierta resistencia, a veces por no conocer un poco lo que sería la letra chica del resultado del juicio por jurados y cómo se implementa». Añadió que «desde el plano político es fundamental, cuando uno va a implementar una reforma, pensar por qué queremos implementar esta reforma y cuál es el resultado que nos va a dar». Y concluyó que posteriormente llegará «el cómo implementarla».
El consejero puntualizó acerda de dos momentos donde se redefinen los juicios por jurados, resaltó que «un momento tiene que ver con el pensamiento posinquisición en Europa a comienzos del siglo XIX y en América Latina va con la vuelta de las nuevas democracias». «Uno mira un poco esos escenarios y ve que, en el 1800, la discusión del juicio por jurados sin legitimidad, que -fíjense que no voy a historiar- sino que vean como esa idea del 1800, se puede traspolar tranquilamente a la actualidad. Un viejo maestro del derecho procesal, Francesco Carrara, mencionaba que ‘la prohibición sería una fantasía, si no tiene una sanción’. Y esa sanción sería una quimera, si lo dejamos sostenido a cualquier tipo de procedimiento», completó. «Han pasado 200 años y seguimos discutiendo cómo son los procesos penales para construir legitimidad y cómo se ejecuta la pena. Esto que Carrara decía que encuentra en el juicio por jurados, así como otros profesores que encuentran en el juicio por jurados otra legitimidad, es un punto fundamental», caracterizó.
El magistrado apeló a su condición al frente del Juzgado para recalcar que «el jurado nos da otro tipo de legitimidad, es bueno decirlo, yo me hago cargo». «Cierto es que el Poder Judicial no tiene legitimidad, como muchos de los poderes y como muchas de las instituciones, en parte -muchas veces- como consecuencia del funcionamiento de la justicia federal que se lleva a los diarios», argumentó. Y reconoció que «hoy el Poder Judicial, cuando una verifica cualquier encuesta, sabe que no goza de buena reputación».
En su exposición, subrayó que «en los procesos que se resuelven por juicio por jurados, uno observa que la decisión es ciudadana, es del pueblo y es soberana». Entonces, dijo que «esto pone un fin a la discusión y uno empieza a comprender que el valor que tiene el ciudadano en la justicia es un valor fundamental para una sociedad y es un valor que permite construir». «Y por otro lado, porque salvo algunas situaciones en particular, es un fallo que empieza a tener otro tipo de legitimidad y fortaleza», argumentó.
Para el titular del Juzgado n.° 6, el Poder Judicial es el único poder de los tres poderes que no tiene mayor representatividad, indicó que «no tiene representatividad, porque por un lado por lo general representa una misma clase social, de alguna manera; y por otro lado, no hay una participación ciudadana en la cual la justicia se pueda abrir y muestre los resultados». Agregó que «cada ciudadano que ha participado en un juicio por jurados, valora entre los conceptos de ‘bueno’ y ‘muy bueno’, mayor a un 80 por ciento, la experiencia vivida». «Y si bien, uno podría decir ‘doce ciudadanos en una ciudad como Buenos Aires con más de tres millones de habitantes no mueven el amperímetro’, lo cierto es que es un trabajo que -de a poco- va mostrando otro tipo de resultados», completó.
Por último, Rua aclaró que «los costos realmente son muy bajos, porque las leyes de jurados usualmente establecen que es una carga pública y eventualmente sí es un desempleado, en ese caso se establece un monto para abonar respecto de la actividad». Enumeró y destacó las experiencias que se vienen desarrollando en la provincia de Buenos Aires, Neuquén, Mendoza, Chaco, Entre Ríos y Córdoba. «El movimiento juradista comenzó y no va a detenerse. No me imagino trabajando de juez en la ciudad Buenos Aires sin un establecimiento de juicio por jurados. Mis colegas jueces que han participado en una innumerable cantidad de simulacros, están ávidos de recibir esta nueva forma de implementar y trabajar la justicia», concluyó.
Participaron de la reunión, además de Halperín y Ocampo; sus colegas, Sergio Abrevaya; Gastón Blanchetiere; Lucía Cámpora; Claudio Cingolani; María Luisa González Estevarena; Matías López; María Rosa Muiños; Claudia Neira; Claudio Romero y Gimenan Villafruela.-