Un juzgado Penal porteño ya publicó su primera guía del lenguaje claro y estilo
Se trata del juzgado n.° 10 en lo Penal, Contravencional y de Faltas que encabeza Pablo Casas
«El debido proceso exige que toda persona pueda defenderse, probar, impugnar, obtener una decisión que esté debidamente motivada, y otras garantías esenciales que permitan considerar que el trámite y la decisión judicial son válidos«, así comienza la guía que acaba de publicar este juzgado porteño. La primera de sus características, de libre acceso, basada en los procesos ya iniciados en pos de una #JusticiaAbierta con la idea de compartir, colaborar, innovar y mejorar a partir de la participación de los diversos actores de la comunidad.
«Todo ciudadano, aunque no se vea directamente involucrado en un proceso penal, tiene el derecho de conocer y comprender qué y porqué los jueces toman las decisiones. Sin embargo, quien no comprende no puede ejercer ninguno de estos derechos«, alerta en párrafos posteriores, y con mirada autocrítica advierte que «el vocabulario legal y técnico y ciertas prácticas judiciales antiguas, relativas al modo de redacción, estilo y formato, generan un problema en la comunicación entre los operadores judiciales y los ciudadanos, que en definitiva, son los destinatarios de la labor judicial».
Tras este núcleo de ideas, el trabajo conjunto propone mejorar el acceso a la información del Juzgado, con el objetivo puesto en:
■ Modificar el vocabulario promoviendo la utilización de terminología de uso corriente y disminuyendo el uso de términos complejos o muy técnicos,
■ Abandonar el lenguaje androcéntrico,
■ Uniformizar criterios y estilo en la confección de documentos y resoluciones,
■ Mejorar la redacción,
■ Elaborar modelos estándar que faciliten la visualización.
En el cierre de su texto introductorio sostiene que «iniciativas como ésta pueden colaborar con el objetivo de potenciar el acceso a la información pública y la transparencia por parte de los poderes del Estado, en particular del Poder Judicial, mejorar la legitimidad democrática de los jueces, y así también, colaborar con la mejora en la confianza que los ciudadanos tienen de la justicia».
En declaraciones a iJudicial, Casas agradeció muy especialmente a todo el personal del juzgado por su compromiso, y aseguró que «la guía no es más que el resultado de repensar la manera en la que hacemos las cosas». Y aclaró que «es simplemente una guía en constante revisión, que de ninguna manera pretendemos se transforme en un protocolo que deba seguirse de forma rígida».
Concluyó que «en esta era, que algunos llaman de la comunicación, estamos convencidos que el Poder Judicial tiene que participar de la discusión externa e interna y probar otras formas de comunicar nuestro accionar, porque resulta clave para que las personas destinatarias de nuestro trabajo comprendan lo que se decide y las razones que tuvimos para llegar a esa decisión». Y por último, celebró la publicación, dado que «era un objetivo concreto de la planificación de nuestro Juzgado».
Para acceder en forma libre y gratuita al texto completo, cliqueé aquí: bit.do/GLC_10