Doti protagonizó el cuarto encuentro del ciclo que analiza el proceso de transferencia de competencias
La jueza del fuero Penal, Penal Juvenil, Contravencional y de Faltas expuso su mirada acerca de las facultades investigativas de la defensa durante la etapa preparatoria
La titular del Juzgado n.° 24, Alejandra Doti, participó este jueves 12 desde las 15:30 en una nueva jornada del ciclo que analiza el proceso de transferencia de competencias penales a la Ciudad de Buenos Aires. En esta cuarta convocatoria, el eje de la capacitación estuvo en el tratamiento de las facultades investigativas de la defensa durante la etapa preparatoria, ante alrededor de un centenar de activos participantes que se sumaron en forma virtual al encuentro.
En el comienzo de su exposicion, adelantó que haría «un recorrido más -si se quiere- teórico, de dónde estábamos ubicados normativamente cuando hablábamos de facultades de la investigación por parte de la cabeza de la defensa». «Hablar de estas facultades tiene que ver con el campo de las resistencias a los cambios de paradigma, sin duda forman parte de un recorrido que comienza con todas las reformas procesales en los últimos años; y sobre todo en los últimos 20 ó 30 años en América Latina», agregó.
La magistrada coincidió con algunas ideas que sostuvo el consejero y juez Gonzalo Rua, y señaló que «hubo un primer momento en que ‘nos volvimos locos’ por la división de roles con la aparición del acusatorio y la centralidad del juicio público, después vino la preocupación por la simplificación de las formas, y ahora estamos en el lugar de la oralidad. Y en este lugar, es donde se inserta el papel -a mí me parece- de la defensa». «Este recorrido de reformas procesales tiene un empoderamiento claro del fiscal y la querella estos últimos años. No tanto -a mi modo de ver- de la defensa», sintetizó. Destacó que la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos los prevé expresamente cuando habla de «plena igualdad de armas«. Puntualizó que «se habla de investigación autónoma de la defensa, de auxilio judicial, de la necesidad de que tenga investigadores propios, de que incluso la defensa privada pueda controlar los laboratorios de la defensa pública, que hay un derecho a contar con tiempo suficiente para preparar la defensa, que debe haber una ayuda por parte del Estado». Abogó finalmente por la igualdad de armas durante todo el proceso.
A raíz de los cambios normativos en los códigos procesales y en las leyes orgánicas de los ministerios públicos, advirtió que «las prácticas judiciales, son prácticas culturales que requieren otros cambios que vienen de la mano de la formación, la capacitación, y el conocimiento». «Y venimos de una cultura en que el defensor ha sido tímido -si se quiere una suerte yo lo llamaría de timidez-, de poca prensa en general. Bueno está más unido a la historia del inquisitivo ¿no?; que dejaba a la oficialidad y a la iniciativa del juez, todo el proceso», añadió. Por lo tanto, invitó a «desdramatizar» el empoderamiento del defensor, y lo paralelizó con el momento en que «se desdramatizó finalmente el lugar del fiscal, el lugar del querellante etc…».
Luego, recordó que «la Corte Suprema ya ha dicho que hay un derecho de la defensa a demostrar la inocencia o incluso a aminorar la responsabilidad, y que debe ser integral y efectiva. La defensa es global frente a la situación del imputado, no debe mirar solamente las consecuencias penales, sino las consecuencias familiares, civiles y patrimoniales que conlleva el proceso», especificó.
Citó posteriormente al jurista italiano Luigi Ferraioli, al respecto subrayó que «en ‘Derecho y razón’ habla de la palabra nivelar, y ahí deja entrever que siempre hay una obligación del Estado de nivelar las posibilidades, y nivelar es nivelar la defensa con la fiscalía, y también nivelar la defensa privada de los abogados de confianza respecto de la defensa pública». Y completó analizando que «vemos defensa de personas vulnerables muy empobrecidas con pocas posibilidades y vemos estudios de contadores montados a defender personas que están investigadas por evasión tributaria, eso lo vemos a diario, una desmesura para un lado o para el otro», alertó.
Al concluir su exposicion, Doti precisó que «cuando hablo de legitimidad de las sentencias hablo de una sentencia más abierta, de cara a las voces plurales, más abierta a escuchar, una construcción si se quiere plural». «Y es más colaborativa, en este sentido finalmente me parece que es producto de mayor colaboración entre las partes y por ende de mayor calidad; una prueba que pasó el test de revisión y discusión de la contraparte, es de mayor calidad que aquella que solo es incorporada por la sentencia con una sola voz o una sola versión», completó.
El encuentro de capacitación contó también con la participación del fiscal Luis Arnaudo y el defensor Miguel Talento Bianchi, ambos de la justicia local. La organización del Ciclo sobre Transferencia de Competencias y Proceso Penal corrió por cuenta de la Comisión de Transferencia del Poder Judicial de la Nación y del Ministerio Público de la Nación a la Ciudad de Buenos Aires, conjuntamente con el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad y el Centro de Formación Judicial del Tribunal Superior de Justicia local.
La actividad que se desarrolló en forma gratuita, se pudo seguir a través de la plataforma Zoom o el Canal del CFJ en YouTube.-