Una institución escolar deberá entregar el título secundario a una joven discapacitada
El juez porteño Roberto Gallardo resolvió que el Gobierno de la Ciudad deberá ordenar a un Instituto privado a que entregue el título a una mujer con síndrome de Down, quien había terminado sus estudios en el año 2005.
El titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 2 de la Ciudad, Roberto Gallardo, resolvió el último 13 de marzo hacer lugar a la acción de amparo iniciada por Melina Quereilhac, quien había aprobado la totalidad de las materias de los cinco años de cursada en el Instituto Modelo de Enseñanza Privada, pero a pesar de habérsele entregado el certificado analítico no se le hizo entrega del título correspondiente, por entender que no había alcanzado a cumplir los contenidos mínimos.
En su fallo, el magistrado consideró que “las personas con necesidades especiales gozan de todos y los mismos derechos de quienes no las tienen, y sólo cuando el grado de discapacidad lo requiera, se deben implementar las adecuaciones curriculares específicas. Fuera de esos supuestos, si el alumno integrado cursó todas sus materias y las aprobó –como es el caso de Melina Quereilhac-, debe recibir el diploma correspondiente, al igual que los otros alumnos”. Asimismo, entendió que “constituye una flagrante contradicción asignar a las materias cursadas una calificación elevada, que implica aprobación, y luego hacer constar que la alumna no ha alcanzado los contenidos mínimos”.
Por orden del magistrado, el Gobierno de la Ciudad deberá ordenar al Instituto que dentro del plazo de diez días entregue a la joven el título de Bachiller, de conformidad con los estudios que ha cursado y aprobado en el año 2005.